De todos es sabido que las madres son esas superwomans que hacen muchas cosas a la vez, que son capaces de sacar la casa adelante, el trabajo, los recados, el gimnasio, las actividades extraescolares, las citas sociales y un largo etcétera....pero yo he descubierto un punto débil.
El punto débil de las super mamás es cuando vemos a nuestros hijos sufrir, no es que sea un punto débil es que es EL PUNTO DÉBIL.
Bollito se puso mala este fin de semana, vomitó y vomitó y vomitó hasta que no me quedaron pijamas limpios ni suelo reluciente en el salón.
El viaje en coche hasta urgencias se hizo demasiado largo, y eso que ella dormía y no parecía estar incomoda, pero yo miraba el reloj impaciente y os juro que en ese momento me hubiera gustado salir volando y llevar a mi niña al hospital en un segundo.
En la sala de urgencias apenas habían niños, pero a mi me parecieron muchos, porque todos estaban delante de bollito y tardarian mucho en atenderla. El movimiento nervioso de mi pierna; arriba, abajo, arriba, abajo....y rezando para que cuando se abriera la puerta pronunciaran las palabras mágicas en ese momento.
Al triaje pasamos rápido, nos dijeron que nos llamarían en seguida para que la viera la pediatra...ese "en seguida" fue una hora de reloj en la que bollito vomitaba cada diez minutos, un vómito espumoso de color anaranjado que bollito acompañaba con lloros y quejidos.
Cuando ya estaba a punto de aporrear la puerta y montar un "señor pollo" la puerta se abrió y se escucharon las palabras mágicas....
Una pastillita y asunto solucionado, un virus de esos de 24 horas y a casa....y a una se le queda un alivio...."no es nada...nos vamos a casa...no es nada...nos vamos a casa..."
Realmente fue una "tontería" si lo comparamos con problemas de salud mucho más graves que existen pero...es nuestro punto débil. El sufrimiento de un hijo, no saber que tiene, no saber como arreglarlo, sea mucho o poco....no lo soportamos. Yo no lo soporto.
Hoy este post va dedicado a nosotras las super woman que somos capaces de soportar el corazón en un puño, no un segundo ni dos...si no desde que el test de embarazo nos marca el positivo.
Para todas nosotras...super mamás...
El punto débil de las super mamás es cuando vemos a nuestros hijos sufrir, no es que sea un punto débil es que es EL PUNTO DÉBIL.
Bollito se puso mala este fin de semana, vomitó y vomitó y vomitó hasta que no me quedaron pijamas limpios ni suelo reluciente en el salón.
El viaje en coche hasta urgencias se hizo demasiado largo, y eso que ella dormía y no parecía estar incomoda, pero yo miraba el reloj impaciente y os juro que en ese momento me hubiera gustado salir volando y llevar a mi niña al hospital en un segundo.
En la sala de urgencias apenas habían niños, pero a mi me parecieron muchos, porque todos estaban delante de bollito y tardarian mucho en atenderla. El movimiento nervioso de mi pierna; arriba, abajo, arriba, abajo....y rezando para que cuando se abriera la puerta pronunciaran las palabras mágicas en ese momento.
Al triaje pasamos rápido, nos dijeron que nos llamarían en seguida para que la viera la pediatra...ese "en seguida" fue una hora de reloj en la que bollito vomitaba cada diez minutos, un vómito espumoso de color anaranjado que bollito acompañaba con lloros y quejidos.
Cuando ya estaba a punto de aporrear la puerta y montar un "señor pollo" la puerta se abrió y se escucharon las palabras mágicas....
Una pastillita y asunto solucionado, un virus de esos de 24 horas y a casa....y a una se le queda un alivio...."no es nada...nos vamos a casa...no es nada...nos vamos a casa..."
Realmente fue una "tontería" si lo comparamos con problemas de salud mucho más graves que existen pero...es nuestro punto débil. El sufrimiento de un hijo, no saber que tiene, no saber como arreglarlo, sea mucho o poco....no lo soportamos. Yo no lo soporto.
Hoy este post va dedicado a nosotras las super woman que somos capaces de soportar el corazón en un puño, no un segundo ni dos...si no desde que el test de embarazo nos marca el positivo.
Para todas nosotras...super mamás...
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