La mamá y el postureo

Esa madre perfecta, con su pelo perfecto, su maquillaje perfecto y como no; su casa perfecta. Esa madre perfecta que duerme 8 horas del tirón y que también son capaces de terminar a tiempo el trabajo para el colegio de su hijo con una maña y una técnica que bien podría estar expuesto en el museo del Prado.

Estas mamis que te contestan con una sonrisa y sin ojeras que a ellas no se les acumula la basura, y que consiguen cambiar las sábanas todas las semanas. Mamás perfectas de niños perfectos que jamás han tenido una rabieta y se comen todo lo del plato.

¿Existen o son puro postureo?

Parece que en ésta sociedad es de débiles reconocer que a veces la maternidad nos supera, que es duro y que por mil veces gratificante que sea hay otros momentos en los que me tiro tan fuerte de los pelos que a punto estoy de quedarme calva.

¿Por qué cuesta tanto reconocer que la maternidad no es fácil? Nos empeñamos en decir que buscamos lo real, lo natural y sin embargo somos discípulos obedientes de las mamás postureo con vida perfecta e hijos perfectos. Cuando vemos un comportamiento infantil normal la mayoría de las veces nos llevamos las manos a la cabeza, juzgando a la pobre mamá por el comportamiento de su retoño. Señoras, que el retoño tiene vida propia y personalidad, no siempre se pueden controlar sus actos, y...¿Por qué hay que hacerlo? Los niños son niños, que se comporten como niños es lo más normal.

Creo que ésta sociedad debería quitarse las caretas, mostrar la realidad tal y cual es. ¿Por qué sentimos que lo hacemos mal si no somos la madre perfecta los 365 días del año?
¿Tengo permiso para perder los nervios 5 minutos al día? ¿Para ducharme sin un bebé enganchado de la teta? ¿ Puedo ir al baño en soledad? Esto último lo pido ya por favor y todo...

Mamis perfectas, yo os invoco, os invito a mi casa, si sois capaces de mantener el orden solamente durante 30 minutos en éste caos que a veces es mi hogar yo....prometo que os monto un monumento.

Y ya de paso, si dejamos el postureo a un lado y reconocemos que hay momentos en los que no se si cortarme las venas o dejarmelas largas....mejor!

AMO A LAS MAMÁS REALES


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